La embarcación de los guardacostas recibe un reconocimiento internacional por el cuidado del medioambiente
Hay banderas azules para los puertos deportivos, para las playas y también para las embarcaciones que cuidan el medioambiente. Hasta ahora solo poseían esta última, de carácter internacional como las otras, patrones y barcos particulares. Desde este verano, son también dos embarcaciones de vigilancia de la costa dependientes de la administración pública las que lucen este distintivo. Una de ellas patrulla en aguas de Serra Gelada. La otra es la Guadalupe Primera, encargada de vigilar la Reserva Marina del Cap de Sant Antoni, que se convierte de este modo en pionera en el mundo. El 22 de agosto izaba el gallardete que acredita su compromiso con el medioambiente y con el mar. Toni Martínez, conocido popularmente como el ‘guardacostas’, resaltaba la importancia del reconocimiento pero también de la colaboración ciudadana en una labor que lleva realizando desde hace 19 años.
- La distinción convierte a la Guadalupe Primera en pionera en el mundo
La embarcación de vigilancia de la Reserva Natural y Marina del Cap de Sant Antoni realiza un importante trabajo de control de la pesca furtiva, aunque no es ese su único cometido. El Servicio Ambiental Marino y de Pesca, dependiente del Ayuntamiento de Dénia y la Generalitat Valenciana, efectúa además una labor de seguimiento de especies, desarrolla proyectos educativos, colabora con proyectos de investigación impulsados por universidades y ministerios y participa en tareas de salvamento. Toni Martínez es quien coordina este servicio y comenta que durante los 19 años que lleva patrullando la costa se han realizado 300 actuaciones relacionadas con el salvamento marino
Todo pasa en Dénia
“Enarbolar esta bandera azul en una embarcación acredita el comportamiento de su patrón como defensor de la vida en el mar y estímulo de buenas prácticas ambientales a bordo, en su puerto y en otros usuarios”, se lee en el diploma de la bandera azul otorgado a Toni Martínez y José Navarro, patrón de la embarcación. El diploma y el gallardete lo otorgan la Asociación de Educación Ambiental y del Consumidor, responsable en España de los programas internacionales de la Foundation for Environmental Education (FEE), que concede las banderas azules a playas y puertos deportivos.

Virginia Yuste, directora de relaciones internacionales de la asociación, ha subrayado la labor de los guardacostas y el importante trabajo de preservación del medio marino que se hace en Dénia. “Todo pasa en Dénia”, bromeaba en alusión al avistamiento de cetáceos en su costa, el nacimiento de tortugas en sus playas o la riqueza de las praderas de posidonia de sus fondos marinos, entre otras cosas. Digno de destacar es también en su opinión que en un lugar donde confluyen tres figuras de protección distintas, con reglamentos diferentes y por tanto difíciles de gestionar, las administraciones hayan sido capaces de ponerse de acuerdo para encontrar los instrumentos de gestión adecuados.
Para el alcalde de la ciudad, la izada fue un acto muy especial que reconoce un trabajo de muchos años en pro de la reserva marina y la biodiversidad. Un trabajo que, como él dice, ha dado su fruto y al que se ha de dar continuidad. Vicent Grimalt ha agradecido también la colaboración del puerto deportivo Marina Dénia, donde fondea la embarcación desde hace 10 años.
Especiales han sido también las palabras dedicadas a José Navarro y a Toni Martínez, “que transmite su energía a todo el equipo”, puntualizaba Sandra Gertrúdix, concejala de Transición Ecológica del Ayuntamiento de Dénia. Que su trabajo haya sido merecedor del primer gallardete que concede Banderas Azules, añadía Gabriel Martínez, director del puerto deportivo, “dice mucho del trabajo que realizan”.
Martínez ha insistido en la importancia de la labor que realiza la patrulla de vigilancia y ha calificado de satisfacción que se conceda el distintivo a una embarcación que fondea en Marina Dénia desde hace 10 años.
El origen del Servicio Ambiental Marino y de Pesca de Dénia se remonta a diecinueve años atrás. Con Toni Martínez ya al frente, que compaginaba la vigilancia de la reserva marina con otro tramo del litoral valenciano, se puso en marcha como un servicio dependiente de la Generalitat Valenciana. Dejó de funcionar al cabo de unos años, lo que provocó que se alzasen en contra las voces de varios colectivos y también de la administración local. Con la autorización de la Conselleria de Medio Ambiente, el servicio de guardacostas fue asumido entonces por el ayuntamiento. Fue cosa de año y medio, recuerda Toni Martínez, mientras se fraguaba el convenio que garantizaría el funcionamiento de un servicio que iría encaminado principalmente a preservar el área marina protegida. Los firmantes fueron la Dirección General de Pesca, la Dirección General del Medio Natural, el Ayuntamiento de Dénia y Marina Dénia. Un ejemplo, indica, de colaboración público privada.

La historia del Servicio Ambiental Marino y de Pesca de Dénia va ligada a la de Toni Martínez. Pero no solo eso. También el nombre de la patrullera, Guadalupe Primera. Fue un barco decomisado en su día al que el juzgado dio nueva vida entregándolo para uso del servicio de guardacostas. Había que cambiarle el nombre y al juez Javier Reyes se le ocurrió rebautizar a la embarcación con el nombre de una fragata que fue protagonista de un trágico naufragio frente a las costas de Dénia, relacionada en cierto modo con la familia de Martínez y a la que debe su apodo.