Agentes de la Guardia Civil intervinieron el pasado viernes en el incendio de una vivienda en Moraira, logrando salvar a una octogenaria que se había quedado dentro. Se evitaron daños personales y que las llamas causaran destrozos en la vivienda.
Por fortuna, los agentes se encontraban a unos 300 metros del incendio. En la casa vieron una columna de humo negro, de unos 30 metros de altura y oyeron los gritos de la gente que pedía ayuda. Los miembros de la Guardia Civil localizaron dos mangueras y las introdujeron por las ventanas del salón, intentando controlar las llamas, mientras llegaban las dotaciones de bomberos que se encontraban de camino.
