Vicent X. Contrí presenta en casa su homenaje al grupo que ha sabido convertir la fiesta en un grito colectivo
Nada es casual. Y la historia de La Fúmiga, tampoco, aseguraba Vicent X. Contrí, autor del libro que repasa la historia de uno de los grupos que más fuerte ha sonado en los últimos años dentro del ámbito de la música en valenciano. Así mismo, no es cosa del azar que la formación de la Ribera eche el cierre. Lo hará el año que viene, en otoño, cuando parece que todo se duerme. Pero no, su música no se dormirá porque no tiene fecha de caducidad. Como tampoco la tiene una banda que ha sabido conectar con el público haciendo música de calle. La Fúmiga se va pero no caduca. Simplemente, se le ha puesto fecha de consumo preferente, como decía Àrtur Martínez, el cantante del grupo, bromeando sobre un adiós que se programó hace unos años. 
La Fúmiga. Tenía que pasar no es solo un libro sobre un grupo de música. Es un homenaje vivo a una manera de hacer, de sentir y de compartir, afirma el autor, periodista y crítico musical. Explicaba miércoles en la Biblioteca Juan Chabás de Dénia que él fue el primer sorprendido al conocer la decisión de poner fin a su trayectoria. Cuando les comunicó su intención de escribir el libro la decisión estaba tomada. Así que se tuvo que poner las pilas para hacerlo en tiempo récord. Del resultado no hay que hablar: “Todavía no había salido y ya estaba la segunda edición en marcha”.
El libro recorre diez años en la trayectoria de un grupo nacido de una pandilla de amigos de Alzira que hacían música. Músicos de banda, de charanga, que habían tocado también en fiestas en algunos pueblos de la Marina Alta. Vicent X. Contrí, que ha contado con la colaboración estrecha de los protagonistas, salpica el libro de recuerdos, testigos y anécdotas, imágenes inéditas y letras que han marcado una época.
“Éramos -indicaba Àrtur Martínez- músicos de calle que no hemos tenido nunca la voluntad de ser protagonistas”. Porque el protagonista es el público y la suya, afirmaba, “una historia colectiva”. Un manual, añadía Contrí, para futuras formaciones musicales.
Desde aquel Karrasketon memorable, pasando por Mediterrània, Espremedors, Adictes a viure, L’orquestra del Titànic, Llavors, Ja dormiré… y tantas otras, durante diez años han pasado muchas cosas. Pero nada hubiera sido posible y el proyecto de La Fúmiga hubiera sido insostenible sin un equipo técnico dedicado por completo al grupo, subrayaba el cantante. Parte de culpa la tienen también Mark Dasousa, a quién nombró expresamente, y por supuesto la pasión con que un grupo de amigos se volcaba en toda esta historia. La amistad ha sido la clave del éxito, una amistad que se ha mantenido desde el principio hasta el final y que ha sido también la clave para poner una fecha de cierre que no tiene vuelta atrás.
En el año 2022 se ponía por encima de todo esa amistad y se marcaba un horizonte para decir ‘hasta aquí’: octubre de 2026. Y así parece que será.
En cuanto al panorama musical, Vicent X. Contrí y Àrtur Martínez se mostraron convencidos del momento dulce que vive la música en valenciano y la profesionalidad de los proyectos emergentes en un momento en que vuelve a ser necesario el activismo cultural. Ante los programadores, reivindicaron también una mayor presencia de mujeres en los escenarios dado que casi el 50% de la producción de música en valenciano es de mujeres, unos números que no se traducen en los carteles de los festivales, por ejemplo.
Ante una sala llena, formada por público de todas las edades -como el que llena sus conciertos- Àrtur avanzó que en la actuación de despedida en el Roig Arena cantarán con La Fúmiga otros cantantes y grupos emergentes. Esa será otra historia que quizás algún día regresen a Dénia para contarnos.
PÒDCAST JOVE. Àrtur Martínez participó también el miércoles en Dénia en el Pòdcast Jove, donde compartió anécdotas e historias de su trayectoria musical con el equipo del programa y su conductor, Kevin Carrió. El programa especial permitió a los jóvenes que participaron hacer preguntas y conocer mejor al cantante. La actividad, abierta a todo el público, se realizó en el Casal Jove de Dénia.
