No presenta signos específicos, pero hay señales que pueden alertarnos
El retroperitoneo es la zona del cuerpo humano situada en la parte profunda del abdomen, donde se encuentran ciertos órganos vitales como los riñones, el páncreas, parte del intestino y grandes vasos sanguíneos. En esta región se puede desarrollar un tipo poco común de cáncer llamado sarcoma retroperitoneal.
Los sarcomas son tumores malignos que se originan en los tejidos blandos, como músculos, grasa o vasos sanguíneos. “Esta zona tiene suficiente espacio para que el tumor pueda aumentar de tamaño sin causar síntomas evidentes en las primeras etapas. Por ello, el diagnóstico suele realizarse en etapas avanzadas, cuando el tumor ya ha crecido lo suficiente como para presionar otros órganos”, tal como comenta la Dra. Sylwia Zacharscka, especialista en cirugía general y aparato digestivo del Hospital HLA San Carlos.
“El sarcoma retroperitoneal no presenta signos específicos, pero hay algunas señales que pueden alertar como el dolor abdominal o lumbar persistente, la sensación de estar llenos, la pérdida de peso inexplicable, el aumento del volumen abdominal o las molestias digestivas, así como la dificultad para comer en casos avanzados. Estos síntomas suelen confundirse con otros problemas comunes del aparato digestivo o muscular, por lo que es importante acudir al médico ante molestias que no mejoran con el tiempo”, recomienda la especialista.
“El diagnóstico de esta enfermedad se realiza mediante estudios de imagen, como el TAC o la resonancia magnética (RMN), y se confirma a través de una biopsia que determina el tipo exacto de sarcoma. El tratamiento principal es la cirugía, que busca extirpar completamente el sarcoma y posteriormente se hará un tratamiento con radioterapia o quimioterapia, dependiendo del tipo y la extensión de la enfermedad. Debido a la complejidad de la zona, el manejo debe realizarse en centros especializados en oncología, con un equipo multidisciplinario de expertos”, añade la doctora.
Aunque el sarcoma retroperitoneal es poco común, la detección temprana puede marcar la diferencia. Cuanto antes se identifique el tumor, mayores son las posibilidades de realizar una cirugía efectiva y reducir el riesgo de recurrencia. Por ello, es fundamental no ignorar los síntomas persistentes, realizar los chequeos médicos recomendados y fomentar la conciencia sobre este tipo cáncer poco visible, pero importante.







