Resulta cuando menos paradójico que una actividad deportiva tan modélica como es el fitness, paradigma de la salud física y el bienestar, tenga que echar el cierre a causa de las restricciones sanitarias en pandemia impuestas en la Comunitat Valenciana, precisamente con el argumento de salvar vidas. Un hecho tan controvertido como difícil de entender para sus seguidores que se cuentan por centenas, quizás ya miles, en toda la comarca. Los profesionales y gerentes de centros deportivos y gimnasios de toda España han salido al paso de las restricciones en principio para rechazarlas, luego para exigir ayudas al sector y, por último, para que se reconozca el fitness como una actividad esencial porque producen precisamente aquello con que se excusa su cierre: salud.
Y es que la situación del sector se ha agravado ahora un paso más -ya arrastran crisis desde que estalló la pandemia- con el último paquete de medidas anti-covid que decretó el Gobierno Valenciano, ordenando la clausura temporal de las instalaciones deportivas públicas y privadas de cualquier ámbito. Cierre de negocios, despidos de personal, y la caída de los ingresos de hasta un 80% son las consecuencias más directas del estado de emergencia que ahoga al sector. “Insostenible”, es el término que utilizan en una carta que la Unión de Centros Deportivos Privados y la Asociación Española de Funcional Fitness de Competición ha dirigido a las administraciones públicas.
Las sesiones on-line son la principal y prácticamente única alternativa de la que disponen los centros especializados de la comarca para tratar de salvar la situación. “Es muy importante mantener la proximidad con el socio para no perder el ritmo, porque si abandonan la actividad por un tiempo luego es más difícil de retomar”, asegura Tino Lasa, socio del Crossfit Dénia. En su caso están llevando a cabo las sesiones de entrenamiento on-line y además alquilan el material “para poder salir adelante” de algún modo y cubrir a duras penas el pago del alquiler del centro deportivo temporalmente clausurado. “La verdad es que la gente nos apoya mucho”, asegura. En un escenario tan gris la solidaridad y las muestras de ánimo que aportan de los socios -o clientes- constituyen un salvavidas para los profesionales.
FRUSTRACIÓN E IMPOTENCIA
También para el licenciado en Ciencias de la Actividad Física José Luis Fernández la respuesta de los seguidores es muy importante, al menos para paliar en buena parte los sentimientos de “frustración” e “impotencia” que le embargan. “No tiene sentido que ante una pandemia mundial se paralice una actividad deportiva que ayuda a estimular el sistema inmunológico y refuerza la salud mental de las personas”, señala Fernández, que coordina los centros que Plaza Fitness ha abierto en Calp y Xàbia en el último lustro, y al que asisten cerca de 300 deportistas.
Ahora los dos centros que coordina se han reconvertido -han tenido que recurrir a erte para reducir la plantilla de personal- y dedican el 80% del tiempo a las sesiones on-line. El resto de esfuerzos va dedicado a la divulgación de publicaciones y estudios que hablan sobre los beneficiosos aportes de la actividad física a la salud. Un contenido también disponible para aquellos que aconsejan el parón del deporte y que se quieran dar por aludidos.