Hacia un modelo de gestión forestal sostenible

Benissa retira los pinos secos y mantiene el matorral noble en el Paseo Ecológico del Litoral

Una localidad pequeña como Benissa se puede convertir en un modelo nacional líder en la gestión forestal sostenible adaptada al medio. Y no lo dice cualquier sino una voz autorizada, Jaime X. Soler, biólogo y botánico muy conocido en la Marina Alta. No hace falta más que recorrer el trayecto del Paseo Ecológico de Litoral para comprobarlo. Porque, como se suele decir, una imagen vale más que mil palabras y hay dos tramos del recorrido en los cuales ya se ha actuado: el pinar del Cantalar, en la zona que va desde la Cala Llobella hacia la Cala Advocat, y en la de Fanadix. A vistazo se observa la diferencia evidente entre la zona pública trabajada y el pinar continuo situado en propiedad privada abandonado en la mano de Dios.

La ausencia de una gestión forestal integral y continuada ha derivado en un desequilibrio que hoy genera riesgos ambientales, de seguridad y paisajísticos, comenta Soler. En una intervención previa en 2021 en la zona de la Llobella-Cantalar permitió una reducción de densidad de pinos -se retiraron borde 200- y una mejora en el desarrollo del matorral noble, con un impacto ambiental positivo. Los episodios de sequía extrema han provocado la muerte de pinos jóvenes en suelos pobres o delgados. Esto ha llevado aparejado un estrés hídrico por competencia intraespecífica, con pérdida de vigor en los pinares densificados. Además, el aumento de madera muerta favorece la presencia de insectos perforadores y hay peligro de caída de pinos muertos por las zonas transitadas. Todo esto sin olvidar el riesgo elevado de incendios.

Publicidad

Pero, además, a medio y largo plazo, según apunta el biólogo, se tiene que analizar y planificar una gestión integral del territorio forestal, modelizar pautas de gestión según hábitat y madurez de los ecosistemas y hacer una revisión crítica de las actuaciones ejecutadas en los últimos 20 años.

En el tramo de la Cala Llobella-Advocat se han retirado en esta actuación 80 pinos en una superficie total de unas dos hectáreas y en Fanadix un centenar más. El corte y la extracción de pinos muertos se complementa con la retirada manual de los materiales hacia puntos de acope para carga con bivalva. Oscar Bordes, técnico de la mercantil Benissa Impuls, comenta que “una parte se trata y se transforma en biomasa que después utilizamos como combustible en la piscina municipal climatizada”. El matorral noble, es decir, lentisco, aladierno, acebuche, etc., se conserva y se hace un mantenimiento de grandes pinos secos no peligrosos para evitar el exceso de entrada de luz y favorecer la biodiversidad estructural.

En una segunda fase se procederá a la plantación de especies autóctonas de alto valor ecológico (acebuche, algarrobo y madroño) y a la gestión selectiva del matorral noble con podas y aclaradas. Además se eliminarán las plantas pirotífiques e invasoras. Soler asegura que “la gestión forestal moderna se basa en principios de gestión por hábitats, adaptada a las dinámicas ecológicas de cada zona biogeográfica. “Este modelo”, continúa, “reduce costes, hasta un 60%, aumenta la resiliencia de los ecosistemas y facilita la planificación a largo plazo”. Por eso, en las zonas mediterráneas con pino carrasco se recomiendan tratamientos de aclarada, podas y desbroces controlados para modular la competencia y estructurar el combustible.

VISIÓN NO REAL O DISTORSIONADA

La visión que tenemos actualmente de la vegetación de la Marina Alta, en general, “no es real, ni mucho menos”, indica Soler. Y todo porque los pinares son árboles de periodos interglaciares, es decir, de cuando hace mucho de frío. Y ahora, cuando apenas estamos en una época cálida, no helada, haría falta que dominaron los bosques de frondosas, con carrascas, chopos, etc., “pero, a pesar de todo, más del 80% del bosque valenciano es pino”. En una cartografía de 1956 hecha por los americanos se fotografió todo España y “en la imagen de aquí, se observa que no hay prácticamente cabe de pino, todo eran bancales trabajados”, subraya el biólogo.

Cuando se abandona la agricultura y la ganadería como actividades productivas y se impone el turismo y los servicios, se cuando aparecen los pinos “porque son los primeros que entran cuando se abandona un cultivo, hay un incendio, etc., y, por lo tanto, se han hecho dominantes”. Como que no ha habido una gestión posterior de su crecimiento, ahora hay superpoblación o una densidad muy grande. “No es un bosque real a escala humana, en un medio antropizado, y por eso hay que hacer una correcta gestión del territorio por hábitats”, apunta Soler.

En este sentido, el alcalde de Benissa, Arturo Poquet, considera que “las diferentes administraciones tendrían que abordar qué tipo de arbolado requiere un territorio como el nuestro en un futuro no muy lejano, porque son muchos los árboles que sufren alguna enfermedad y por eso hay que reflexionar”.

Suscríbete al boletín de noticias

Pulsando el botón de suscribirme aceptas nuestras Política de privacidad y Términos del servicio
Publicidad