Así empieza la carta que mandó la responsable de «cultura», Concejala por Izquierda Unida, portavoz en el Área de Las Artes en el Ayuntamiento de Madrid, Milagros Hernández.
62.013 euros anuales de salario. 
Dice El Confidencial que la carta está llena de horrores ortográficos, falta de acentos y el típico cambio que casi nadie sabe cómo es cuando «porque o por qué» va junto o separado y acentuado.
Navegando por las redes Sociales tropiezo a diario, al minuto, diría con más exactitud con este tipo de horrores que, a la vista de lo que hay, debe ser considerado como un tema popular y admitirlo en la Real Academia de la Lengua y dejarnos de leches.
Al principio, hace unos años, cometí la estupidez de hacer notar esos errores a quienes los cometían, TODOS, sin excepción me contestaban que no era importante, que yo me creía superior por dominar el lenguaje y su escritura pero que a la hora de bajar a la calle no tenía el menor interés.
Propuse en Facebook, iluso de mí, crear un consultorio para quienes quisiesen mejorar su escritura, NI UNO…
Los horrores más comunes son el mal uso de la «h» o «haber» en lugar de «a ver» cuando parece que si solamente pensásemos en aquello que escribimos, las cosas salen solas, pero si no se sabe si «ver» es con «b» o con «v» en lugar de ir a ver una peli podemos haber caído en un error ortográfico del carallo.
Muchas personas, especialmente mujeres, dicen que leen mucho, pero luego caen en estos horrores, si leyesen tanto como aseguran, no los cometerían.
El terrible caso que inspira estas líneas pasa desapercibido en el sistema político porque estoy absolutamente seguro que, si hacemos un dictado a todos los cargos de responsabilidad en ayuntamientos, el porcentaje de horrores sería muchísimo más alto del que podemos suponer.
No hay más que ver el valor que se da a las faltas de ortografía en los exámenes universitarios.
Así vamos.
Lo peor es que nadie lo para.
