La final del Campeonato Fallero la disputaron Port Rotes y Darrere del Castell. El partido no concluyó y tuvo que ser suspendido a los ocho minutos de la segunda parte por la agresión de un fallero de Darrere del Castell al linier. El árbitro suspendió la final y Port Rotes, que en este momento ganaba 2-4, se proclamó automáticamente campeón.
Los incidentes se produjeron cuando el árbitro expulsó a un jugador de Darrere del Castell. Éste nada más ser expulsado se fue hacia el linier y le propinó un puñetazo en la cara. Después un fallero de Port Rotes intentó llevarse al agresor para que se calmara.