Formación e implantación del embrión

MARIANO MARTÍN-LOECHES DE LA LASTRA (*)

El óvulo fertilizado o zigoto, comienza a dividirse unas 12 horas después de la fusión de los cromosomas, proceso que continúa a intervalos de entre 12 y 15 horas. El zigoto continúa en la trompa de Falopio unos tres días después de la fertilización, dividiéndose repetidamente en un proceso llamado segmentación, formándose los blastómeros. Mientras, sucede su lento desplazamiento hacia el útero. En su división, a los 3-4 días, el zigoto pasa por el estadío de mórula (mora), en el que ya existen 30 células.

En la transición entre las partes estrecha y ancha de la trompa, existe una barrera en forma de esfínter muscular, infranqueable para el embrión a pesar de su pequeño tamaño. Bruscamente, el esfínter se relaja y deja paso abierto hacia el útero. Esta relajación se debe principalmente a la secreción de progesterona.

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Una vez en el interior del útero, se ha cubierto una de las fases más críticas del desarrollo de los primeros días. A los 7 días, el óvulo fertilizado se ha convertido en lo que se conoce como un blastocito (con aproximadamente unas trescientas células), y debe seleccionar un lugar para la implantación uterina y señalar su presencia a la madre.

La membrana mucosa uterina, el endometrio, ha sido preparada por hormonas procedentes del ovario para recibir al óvulo fertilizado. Sin embargo, a veces se necesitan varios días para seleccionar el lugar apropiado para la implantación. Cuando, por último, el blastocito queda en reposo y establece contacto con el endometrio (unos ocho días después), comienza un intenso intercambio químico de información con el cuerpo de la madre. Esto es posible detectarlo por medio de un análisis de sangre, y es por eso que es posible confirmar un embarazo mucho antes de que se haya producido la primera falta de un período menstrual. El lugar de implantación del blastocito es el «techo» del útero.

Entre el 7 y el 14 día, el desarrollo se va a producir en el endometrio. Es la nidación (implantación), durante la cual se formará la futura placenta.

Tres semanas después de la fertilización, el blastocito se ha convertido en un embrión, y ya se han formado las primeras células nerviosas.

Debe existir un sincronismo perfecto entre el desarrollo embrionario y el estado del endometrio.

«El embrión no puede implantarse más que en estado de blastocisto, hacia el 7º día. El endometrio sufre modificaciones morfológicas y fisiológicas dependiente de hormonas (estradiol y progesterona). Si las características son óptimas, estará dispuesto para recibir un blastocisto hacia el 21-22º día del ciclo (que es el día 7º del desarrollo embrionario)».

(*) Unidad de Reproducción Policlínico San Carlos.

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