MARIANO MARTÍN-LOECHES DE LA LASTRA (*)
La fecundación «in vitro» (FIV) consiste en obtener la fecundación de los gametos femeninos (ovocitos) fuera del organismo de la mujer. Una vez fecundados los ovocitos, un número limitado de los embriones conseguidos serán transferidos al útero de la mujer, para que allí continúen su desarrollo de forma natural.
¿Cuándo está indicada?
– Causa desconocida de infertilidad o esterilidad.
– Ausencia o lesión en las trompas.
– Disminución del número, movilidad y anomalías de los espermatozoides.
– Endometriosis, que consiste en el crecimiento anormal dentro de la cavidad abdominal del tejido que normalmente está cubriendo las paredes internas del útero.
– Trastornos ovulatorios.
– Trastornos inmunológicos.
La FIV se realiza generalmente después de haber «bloqueado» farmacológicamente el ciclo natural y haber estimulado los ovarios mediante un tratamiento hormonal para asegurar el desarrollo folicular múltiple.
Los ovocitos se extraen de los ovarios de la mujer a través de la punción de los folículos. Esta intervención se controla mediante ecografía y se suele realizar bajo anestesia. A continuación se preparan y clasifican en el laboratorio.
El semen ha de ser obtenido casi al mismo tiempo que la extracción de los ovocitos, después de un período de abstinencia sexual. El semen se prepara en el laboratorio con el fin de eliminar ciertos componentes y seleccionar los espermatozoides más adecuados para fecundar. Se procede a poner en contacto los espermatozoides y los ovocitos, permaneciendo en incubación durante unas horas. Una vez conseguida la fecundación, se selecciona el número de embriones a introducir en el interior del útero de la mujer. Se aconseja colocar un máximo de tres a cuatro embriones.
Los embriones que no se transfieran al útero se congelarán pudiendo ser utilizados por la pareja para transferencias futuras, previa suscripción del correspondiente protocolo de consentimiento informado. Si como consecuencia de una alta respuesta a la estimulación, se recuperasen un elevado número de ovocitos, una parte de ellos pueden ser donados a mujeres sin posibilidad de producir sus propios óvulos, siempre asegurando a la donante un número suficiente de embriones que permita tanto la transferencia como la congelación.
Los resultados dependen en gran medida de la edad de la mujer y de las causas concurrentes que han determinado la indicación del tratamiento. En general la media de embarazo por ciclo se encuentra entre el 29 al 35 %, aunque las desviaciones a esta media pueden ir desde el 19 al 45 %.
(*) Especialista en Ginecología y Obstetricia.