La política española nos está saturando con noticias que ya aburren por repetitivas, ya nada nos sorprende o debería sorprender.
¿Quién no supone que por mucha Casa Real o cargo importante que se tenga, existe la posibilidad de que estén todos pringados entre corrupción y delitos fiscales? 
Especialmente cuando hasta se descubren verdaderas acciones mafiosas de extorsión, aunque sólo sea presuntamente, es auténtica y verdaderamente impresentable que se pueda pedir un par de millones de euros por retirar una denuncia.
Aznar nos distrae la atención cargando el peso de sus delirios fiscales en que no debieron salir a la luz cuando en realidad es que no debieron suceder.
El gobierno en funciones no se presenta a dar explicaciones en el Parlamento pero sigue gobernando y tomando decisiones, debería dar cuenta de ellas.
Así, un colmo de barbaridades que ponen luz en quienes nos están gobernando y en quienes quisieran hacerlo.
La realidad es que no importa la ideología, poco a poco, uno a uno van cayendo los distintos representantes de la política, del dinero, del poder en general.
Estamos gobernados y dirigidos por una pandilla de chorizos seguida de otra de cómplices, esos que por mucho que argumenten que no están pringados, no pueden negar que saben cosas que callan, eso es complicidad, aún cuando de ello depende la comida de sus familias.
El pueblo debe tomar buena nota, saber que sólo el pueblo llano es el que está ajustando su cinturón, los de arriba siguen cobrando salarios de vértigo mientras piden un esfuerzo a la ciudadanía.
Ni Hacienda somos todos ni todos hacemos el mismo esfuerzo.
Con los papeles de Panamá, veremos caer imperios y dioses, por ahora sólo van salpicando cerquita de los grandes, pero ellos también caerán.
Es muy difícil para alguien honesto no pensar en un paraíso fiscal si se diese el caso, obviamente más fácil para quienes ya llevan en su genética la voluntad de ser el más listo, el más forrado, el más…
El pato lo pagamos todos, si no existiesen estos robos de miles de millones de euros, España sería un país increíble, por tanto, demos las gracias a toda esta gentuza por hacerlo creíble.
Así España es sólo un país más en la lista de los menos, menos educación, menos progreso, menos sanidad, menos serios, menos ricos, menos menos.
Saquen ustedes conclusiones y agradezcan a quienes mejor os parezca, cualquiera que elijan habrán acertado.
