MARIANO MARTÍN-LOECHES DE LA LASTRA (*)
El síndrome de ovario poliquístico puede causar hirsutismo, acné, períodos menstruales irregulares o abundantes, falta de ovulación y esterilidad. Se puede asociar también, a largo plazo, a un incremento del riesgo de diabetes, de cáncer de endometrio, colesterol elevado y enfermedades cardiovasculares.
El síndrome del ovario poliquístico es un problema de origen desconocido en el que hay al menos dos de los siguientes signos:
– Quistes (pequeños globos de líquido) en el ovario.
– Reglas espaciadas o falta de regla.
– Signos de alteración hormonal (mucho vello, acné), o análisis de las hormonas alterados.
¿Cuál es la causa?
Si bien no se conoce exactamente porqué se produce, se conoce la existencia de un factor hereditario, ya que hasta en un 50 % de los casos las madres de las pacientes también lo padecieron y se aprecian las alteraciones hormonales.
Es la patología endocrino-ginecológica más frecuente, la presentan entre un 6 % a un 10 % de mujeres en edad reproductiva. Es un trastorno hormonal y metabólico originado en el propio ovario. El ovario produce una cantidad excesiva de andrógenos (hormona masculina) dando lugar a alteraciones en la ovulación (ausencia de ovulación o que se produce esporádicamente).
¿Qué síntomas presenta?
Las mujeres con síndrome del ovario poliquístico suelen tener retrasos menstruales o incluso no tener reglas, y tienen dificultades para quedarse embarazadas.
También pueden tener más vello del habitual, acné y sobrepeso. El vello se distribuye en la cara (patillas, mentón y labio superior), pezones, pecho, barriga y muslos. En otros casos pueden no tener ningún signo de los citados.
Ciclos de 40 días o más, en ocasiones no se tiene la menstruación incluso en meses. En la mayoría de casos no se produce una ovulación normal y por este motivo algunas mujeres podrían tener dificultades en quedarse embarazadas. Además, el exceso de andrógenos (hiperandrogenismo) puede dar lugar a hirsutismo (exceso de vello en zonas del cuerpo en las que no debería estar, como en la cara, en las mamas, en la línea media etc.), acné y seborrea. En general estos síntomas aparecen en la adolescencia.
¿Cómo se diagnostica?
Ecografía vaginal, siempre que sea posible, para estudio de la morfología del ovario. En la ecografía transvaginal, se pueden observar lo que llamamos unos ovarios poliquísticos. Los folículos son pequeñas bolsas en cuyo interior se encuentran los óvulos, cuando los folículos son pequeños son óvulos inmaduros. El hecho de observarse un mayor número de folículos que en el ovario normal, simplemente es reflejo del mal funcionamiento del mismo.
El diagnóstico se realiza a partir de la historia clínica y la exploración, buscando signos de síndrome del ovario poliquístico. Normalmente se complementa con un estudio hormonal y una ecografía de ovarios. Con estos datos se puede llegar a un diagnóstico.
¿Qué problemas puede causar?
A largo plazo, las pacientes con SOP tienen mayor probabilidad de desarrollar diabetes mellitus, hipertensión arterial y aumento del colesterol, por lo que el riesgo de tener enfermedades cardio o cerebrovasculares (infartos, trombosis cerebrales) es mayor que el de las demás personas. La obesidad, el aumento de hormonas masculinas, la infertilidad y la falta de embarazos aumentan el riesgo de desarrollar cáncer de mama.
Ausencia de regularidad en las menstruaciones, exceso de vello y acné. La alteración en la ovulación puede dar lugar a problemas de esterilidad por falta o defectos en la ovulación.
Un 50 % de las mujeres con SOP pueden padecer problemas de obesidad. En estos casos pueden además presentar lo que se denomina una resistencia a la insulina (el páncreas debe producir más insulina para contrarrestar este defecto). También en estos casos, se ha observado una mayor incidencia de hipertensión arterial y alteración en el metabolismo del colesterol y de los triglicéridos, esto conlleva un mayor riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares (infartos, trombosis cerebrales).
En mujeres que presentan ciclos regulares, la producción de estrógenos y progesterona está equilibrada. En el SOP, la misma alteración menstrual y la falta de ovulación puede dar lugar a un exceso de estrógenos que no son compensados por la progesterona. De esta manera el útero se expone de forma continúa a los estrógenos, el endometrio (capa de revestimiento interior del útero) se vuelve más grueso y da lugar a sangrados irregulares. Parece ser que este desequilibrio hormonal, podría incidir en un mayor riesgo de desarrollar un cáncer de endometrio, especialmente en mujeres obesas.