El pickleball, el nuevo deporte de raqueta emergente

Nació en los EEUU en 1965 y se ha popularizado gracias a extenistas como Sharapova, Agassi, McEnroe y Graf

DÍDAC VENGUT

Quizás su nombre no les suena de nada pero, tiempo al tiempo. Se trata de un nuevo deporte de raqueta que combina elementos del tenis, el pádel, el bádminton y el tenis de mesa. Es fácil de aprender y ofrece una gran cantidad de beneficios para la salud, incluyendo mejoras en la coordinación, la agilidad y la resistencia cardiovascular. Y, lo más importante, es un deporte divertido y emocionante que puede ser jugado por personas de todas las edades y niveles de habilidad. Una actividad para mantenerte activo y socializar con amigos y familiares. Por eso tiene un futuro más que prometedor.

Publicidad

            El pickleball nació en 1965 en Bainbridge Island, Washington, en los Estados Unidos, cuando tres padres -Joel Pritchard, Bill Bell y Barney McCallum- buscaron crear una actividad recreativa y de entretenimiento para sus hijos durante el verano. Para ello utilizaron materiales que tenían disponibles en casa y, sin ser conscientes de ello, establecieron las bases de este deporte que, con el tiempo, ha ganado popularidad a nivel mundial.

            El pickleball se juega en una cancha similar en tamaño a la de bádminton (6,10 m de ancho por 13,41 m de largo) y con una red ligeramente más baja que la del tenis. Los jugadores utilizan palas sólidas y una pelota de plástico perforada. El juego puede ser individual o en dobles, y se inicia con un saque por debajo de la cintura. Una característica distintiva es la zona de no volea, también conocida como “cocina”, un área cercana a la red donde no se permite volear la pelota, promoviendo intercambios más estratégicos. Es un deporte de bajo impacto y eso lo hace accesible para personas de todas las edades y niveles de condición física.

            En España, el pickleball ha experimentado un crecimiento notable. En septiembre de 2024, se celebró el primer Campeonato de España de Pickleball en la Plaza de España de Madrid. Y en Galicia se inauguró el Pickle Point, el primer centro cubierto dedicado a este deporte.

hdr

            El juego comienza con un saque, que debe hacerse desde detrás de la línea de saque y hacia el campo diagonalmente opuesto. El saque debe ser bajo y directo sobre la red y el jugador debe golpear la pelota por debajo de la cintura. Una vez que se realiza el saque, los jugadores intercambian golpes hasta que uno de los equipos no puede devolver la pelota correctamente. Las reglas incluyen restricciones en el tipo de golpes permitidos, como el “no volley”, que prohíbe golpear la pelota en el aire antes de que bote en el suelo. Además, se permite el “doble rebot”, donde la pelota puede rebotar una vez en cada lado de la cancha antes de ser golpeada en el aire. La duración del set suele ser de 11 puntos y hay que sacar dos puntos de diferencia sobre el rival.

            La fiebre del pickleball en EEUU se está extendiendo. Algunos exjugadores profesionales de tenis como Eugenie Bouchard y Jack Sock se han pasado al pickleball. Se ha visto a LeBron James y Tom Brady jugando en torneos promocionales junto con extenistas como Sharapova, Agassi, McEnroe y Graf.

ESTRENO EN LA SELLA

            El domingo se celebró una jornada en el Club de Tenis La Sella de Pedreguer para dar a conocer el pickleball. Que aparezca un nuevo deporte de raqueta es genial y, si es divertido y muy fácil de aprender y jugar, mejor que mejor. Ya ocurrió lo mismo con el pádel y ahora es un deporte de masas.

            La primera sorpresa fue ver la cancha donde se juega, ya que equivale, más o menos, a la zona de saque de una pista de tenis. La red es más baja y no hay que pisar en “la cocina” para volear. Sí se puede traspasar la línea marcada para devolver una pelota corta. En pocos minutos nos explicaron las reglas del juego y nos pusimos a jugar por parejas, todos contra todos en partidas de ocho minutos. Daba gusto ver a padres y madres jugando con sus hijos. Había gente de todas las edades porque la intención era pasar un buen rato. Los primeros juegos fueron “complicados” porque tenías que habituarte a la pala y al bote de una pelota de plástico llena de agujeros. Pero las buenas sensaciones aumentaban progresivamente con el paso de los minutos.

            Darío García, uno de los responsables del club, comenta que “en muchos deportes de raqueta necesitas un tiempo de adaptación pero aquí te diviertes desde el minuto uno”. “Además”, añade, “el material es mucho más barato que el del tenis y el pádel”. Todo son beneficios y, además, es un deporte adictivo. Yo ya tengo ganas de volver a jugar al pickleball.

Suscríbete al boletín de noticias

Pulsando el botón de suscribirme aceptas nuestras Política de privacidad y Términos del servicio
Publicidad