Perdónenme si me olvido de alguno

Guillermo_Ares_Opinion

En estas fechas donde el amor es amor y también hipocresía, quiero dar las gracias a quienes me quieren y a aquellos que sin conocerme, me han hecho sentir que soy más humano de lo que yo creía y muchos creen.

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Mi agradecimiento a ese alto cargo que cierra los comedores escolares durante las vacaciones de estas fiestas «porque los niños madrileños no están desnutridos sino obesos, que es todo lo contrario», al otro menos alto en el conjunto pero sí altísimo en nuestra comarca que uniéndose al disparate de tanto perro abandonado dijo: «…no sé cómo hay gente que puede abandonar a un perro, para eso, prefiero que lo maten…».

Sigo agradeciendo a los más altos y medios de la iglesia católica que guardan sus vergüenzas bajo la sotana de las mentiras y el terror al castigo divino, a esos que desde el artículo constitucional sostienen que todos los españoles somos iguales y cobramos salarios austeros de diez mil euros mensuales.

No quiero dejar de agradecer a quien nada hubiese podido corromper si no hubiese sido marido de la Casa Real, ni a aquellos que obstruyen a la Justicia en honor de los intereses creados y sus togas inapelables.

Extiendo mi agradecimiento a quienes con la burbuja inmobiliaria pusieron manos al ladrillo a un par de generaciones que hoy no están formadas para superar la crisis ni nada que no lleve arena y cemento, también a aquellos que han hecho posible el sueño de miles de jóvenes que al tener que emigrar en busca de algún trabajo, perderán sus raíces, amistades de la infancia y hasta familiares, o de esos otros que consiguieron poner a este país a la cola del desarrollo y a la cabeza del disparate analfabeto e inculto.

Tampoco quiero dejar de agradecer a quien mira la paja en el ojo ajeno sentenciando de asesino a un colega internacional erigiéndose en juez supremo, casi celestial convencido de convencernos que lo suyo sí es Democracia, sin olvidar a quienes le defienden insultando a nuestra ya desgastada inteligencia.

Agradecido estoy a esos altos cargos de las puertas giratorias y, por fin, a tantos otros que durante estos últimos años han conseguido convencerme tan sólo insultando a mi inteligencia..

Perdónenme si me olvido de alguno.

 

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