Efectivos de la Guardia Civil han tenido a quince personas implicadas en la sustracción de joyas en varios domicilios de Pego, que eran robadas por menores en sus propias casas. Las joyas eran entregadas a jóvenes mayores de edad que se encargaban de venderlas en establecimientos de compraventa de oro. Tras obtener el precio de la transacción, daban al menor una parte del dinero, que algunas ocasiones era utilizada para la compra de cantidades de droga para consumo propio.