Después de un tiempo sin verte…

Guillermo_Ares_Opinion

Muchas veces cuando por diferentes razones pasa algún tiempo antes de volver a ver a una persona querida, ocurre que se han producido cambios, en ella y en nosotros.

Si es una mujer, seguramente haya cambiado su color de pelo, el corte, el tipo de maquillaje y el color de las uñas.

Publicidad

Pero seguirá siendo, en esencia, aquella mujer que hace un tiempo no vemos.

Si es un hombre, tal vez se haya dejado o quitado la barba, esté algo más gordo o más delgado, pero seguirá siendo forofo del mismo equipo de fútbol de siempre (hombre, ¿qué libro habrá leído últimamente?) y como mucho, tal vez haya cambiado de coche.

Pero seguirá siendo el mismo de siempre.

Desde hace casi cinco años, vuelvo a Dénia con una cadencia de más o menos dos meses, cada vez la veo diferente, no es la misma de siempre ni guarda esencia de otros tiempos.

Masacrada por la crisis, da igual si Camps o Zapatero, ya no es la ciudad que conocí en el noventa y seis, cuando sólo por casualidad pude alquilar mi primera vivienda en la calle Diana gracias al inolvidable Toni Catalá, consiguió una antigua oficina que transformamos en vivienda porque en aquel mes de junio no había ni un sólo piso en alquiler en veinte kilómetros.

Hoy, no sólo hay docenas de viviendas libres, sino que además a muy bajo coste de alquiler, se puede aparcar en Marqués de Campo casi a cualquier hora en pleno final de julio, innumerables locales vacíos en venta o alquiler, negocios fracasados, bares, restaurantes… terracitas vacías, tiendas con dependientas aburridas y propietarios preocupados por cómo pagar las facturas del mes que viene.

Por fin alguien se decidió a poner en práctica aquello que decíamos en el dos mil, peatonalizar el centro.

Tarde pero seguro.

Ahora me pregunto si es posible que nadie sea capaz de ver lo feo, por no decir horrible, que queda el paseo del puerto con esos puestos de artesanía cutres, anticuados y de un mal gusto a toda prueba.

No puedo creer que entre tanta preocupación por cosas menores, a nadie se le ocurra pedir a un profesional o hasta a un aficionado de la decoración que proponga algo mejor de lo que hay.

Estoy seguro que sobra gente capaz de hacerlo, empezando porque el listón está por los suelos y, con un poco de creatividad, que obviamente falta, se podría llevar a concurso y dar una vuelta más a la tuerca de la vida cultural de nuestra querida Dénia.

Suscríbete al boletín de noticias

Pulsando el botón de suscribirme aceptas nuestras Política de privacidad y Términos del servicio
Publicidad