INÉS ROIG (*)
Basta un plan de 90 días, con disciplina y regularidad, para poner a tono silueta y musculatura. Ahora bien, si lo que quiere es mantener en el tiempo su nueva condición física, ha de ser constante y riguroso, porque un parón que le obligue a abandonar temporalmente el entrenamiento, es suficiente para perder lo ganado.
Alguien que suele realizar ejercicio dos o tres veces por semana percibe un notable deterioro en su forma física después de cuatro semanas de inactividad.
El primer síntoma de que se está excediendo en su parón deportivo se refleja en el sistema cardiovascular. Aun así, el sistema cardiovascular suele mantenerse más o menos estable y es otra parte del cuerpo la que sufre las consecuencias más visibles: los músculos.
Los aspectos más relacionados con la fuerza muscular son los que suelen verse afectados en mayor medida. Cada cuerpo es único y no hay una pauta exacta para todos; sin embargo, si su entrenamiento está orientado la fuerza, perderá masa muscular a partir de dos semanas sin entrenar, pero si lo está a la resistencia, notará el deterioro a partir de los dos meses.
Si no entrena y es mujer, el consumo energético diario estará entre 1.500 y 2.000 calorías como máximo, dependiendo de su edad, metabolismo, peso y constitución; mientras que si es hombre con vida sedentaria, su límite no debe llegar a las 2.500 calorías. Con estas cifras, debe alterar su alimentación durante el tiempo en que no haga deporte. De lo contrario, amén de menguar su resistencia, también engordará.
Cuando queremos volver a recuperar la forma después de un parón hay dos consejos básicos: tener paciencia y llevar una progresión en el entrenamiento. Es obvio que a más tiempo de inactividad, mayor será el tiempo de recuperación. ¿Una aproximación? Por 4 meses de parón, 3 semanas de trabajo.
Esto, obviamente, no es igual para todos. Porque no es lo mismo llevar entrenando 4 meses que 4 años. Sin duda, el deportista que lleva más tiempo ejercitándose volverá más rápidamente a un estado de forma decente.
De todas formas, piense en el deporte no solo como un tratamiento para perfeccionar sus parámetros estéticos, sino como un método de positivismo personal. Lo ideal sería tener el objetivo de sacar algo de tiempo cada día para poder hacer un poco de ejercicio aeróbico, ya sea nadar, correr o montar en bici. Y beneficiarnos de todo lo que la actividad nos aporta para la salud física y mental. Es sabido que 30 minutos de actividad intensa son suficientes para generar cambios positivos en el cerebro, mejorar su estimulación y su plasticidad.
¿Quién no tiene media hora al día?
(*) Farmacéutica