Creo que una de las mayores alegrías que un padre puede recibir de sus hijos es que sienta que ellos continuarán su trabajo. Hace una fechas en el concierto de música festera que se celebró en Xàbia intervinieron varios directores y entre ellos hubo dos que dirigieron obras compuestas por sus padres. Fue cuando me vino este pensamiento y esta reflexión que ahora hago extensiva.
Pues bien, en esta serie de artículos sobre cosas de la mar de Xàbia puedo constatar la presencia de varias 'sagas' de marineros que se suceden a padres a hijos continuando la labor que hicieron sus antecesores. Una de esas 'sagas' familiares es la dels neveters que se uniría a la lista de familias que a lo largo del tiempo han establecido su relación con la mar. Ya hemos hablado de los que llevan el apellido Ros, Erades, Serrat o Buigues… y ahora lo hacemos con els neveters para lo cual tenemos que remontarnos a Vicente Sivera que a final del XIX transportaba desde el interior de Alicante la nieve a esta tierra, aunque posiblemente lo hiciera para los efectos salutíferos de la misma (horchatas o helados, aplicación en las fiebres, y a lo mejor para conservar el pescado) y que como nos cuenta Pepa Guardiola formó parte de esa actividad que ella denominó 'els collidors de la neu'.
Uno de los descendientes de Vicente fue Antonio Sivera (Toni) que se casó con Teresa Serrat. Antonio Sivera hizo su vivienda familiar en lo que hoy es calle Virgen de Loreto en el periodo anterior a la guerra civil, en medio de los campos que estaban a la derecha del río Gorgos, visto desde el nacimiento. Allí estaba, detrás de la casa el tenyidor donde se teñían las redes con rosca de pino y se trasladaban luego a la playa para extenderlas. Con relación a esta calle y su paralela de Triana, me comentaba un día Valentín Ros que eran las dos calles más anchas de toda Xàbia por cuanto en ellas se extendían las redes para su remiendo y se hacían faenas relacionadas con los salazones y su secado. A esta casa vinieron un día en la guerra civil a buscarlo y él (que era muy alto, corpulento y vigoroso) desde el balcón les dijo, subid a buscarme y no subieron, pero luego se llevaron a la esposa hasta la cárcel de Alicante, si bien las mediaciones lograron su liberación. Su esposa, Teresa, era una mujer que hizo mucho bien a los que les rodeaban sin mirar sus particularidades.
Antonio, que murió en 1955 tuvo una barca para la trainya, de nombre Teresa, el de su mujer, y con la que trabajó muchos años y donde sus hijos Vicente, Francisco y Antonio aprendieron el duro oficio de pescador primero en las pesqueres, la trainya y luego en el arrastre.
En 1957 tienen una barca los hijos de Antonio Sivera a la que ponen el nombre de Antonio y Teresa, de arrastre y que los tres hermanos van aprovechar en los próximos años: entre 1957 y 1959 faenan moviéndose entre la costa de Jávea y la de Ibiza. En 1959 marchan a Málaga durante unos meses pescando en la zona de Marruecos donde a veces estaban un mes sin regresar a Málaga, a donde se habían trasladado uno de los hijos, Francisco Sivera Serrat con su esposa Teresa Sala Bas. Después de estar un mes fuera de casa, Francisco regresó con una luenga barba que lo hizo desconocido para sus propios hijos. Las condiciones económicas que se plantearon los tres hermanos en un comienzo de este periplo, se variaron a los pocos meses; lo que hizo decidir a Francisco a regresar a Jávea, lo que hizo en los años 60 del pasado siglo. No era beneficioso el planteamiento económico y los momentos de crisis en la pesca estaba presente en la vida de aquella sociedad que prefería la carne al pescado y donde el pescado no tenía el consumo que tiene en la actualidad.