Cosas de la mar de Xàbia (XXVIII).Vicente Mata Gavilá

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El amigo Biel Castell quería dedicar un recuerdo a los que él llama ‘los otros pescadores’. El motivo de esta denominación es que cuando se habla de pescadores rápidamente lo asociamos a Duanes de la Mar como si no hubiera gente que se hubiera dedicado a la mar en otros espacios xabieros. Yo entrevisté hace años a mis parientes, que mis abuelos llamaban del Portitxol: los Codina, pero el contenido de la entrevista la facilité en su día y se traspapeló, por lo que no puedo hacer memoria de ella; pero este año entrevisté a Vicente Mata Gavilá que pasó su infancia y juventud en el Portitxol hasta casarse en 1958 con Catalina en que se trasladó a Duanes de la Mar.

Lo característico de estos llamados ‘otros pescadores’ es que compaginaban la pesca con el cultivo de la tierra; no eran solo pescadores, sino también agricultores o labradores. Una doble faceta que los hacía especialmente abnegados y esforzados.

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Vicente Mata nació en 1929 en el Portitxol asistiendo a la escuela y teniendo como maestro a D. Ángel Palencia. No fue a la mili por tener a su padre mayor.

Su vida de pescador la comenzó en la modalidad de la llum y en sus recuerdos figuran los nombres de Guillermo, el valencià, de Bartolomé y de Florencio.

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Cuando le pregunto por situaciones de peligro que le ha generado la pesca me recuerda el hecho de que estuvo en peligro en una ocasión al encontrarse en la cova tallà con una tintorera que una vez cogida pesó 30 kilos. Catalina, su esposa, era del pueblo, por lo que no estaba acostumbrada a las situaciones de peligro de su esposo y lo pasaba mal.

Algún día habrá que hacer un homenaje a esas mujeres que por estar al lado de los pescadores, cada día y cada noche, en su ausencia, sufren en silencio la marcha de ellos al trabajo. Se lo merecen y cada una de ellas es un ejemplo de esa espera angustiada al caer la tarde cuando no existían los móviles ni los WhatsApp, porque hoy cuando la barca enfila al puerto la llamada del pescador a su casa, es una buena noticia y si además se acompaña de una frase como ‘hemos tenido un buen día’ o ‘la pesca ha sido abundante’, entonces esa esposa que hasta ese momento estaba intranquila se regocija y su cara se torna alegría.

Vicente Mata Gavilá, con sus recuerdos, ve transcurrir el paso del tiempo, junto a sus amigos, mientras la mar sigue en su sitio.

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