En CANFALI MARINA ALTA de 9 de febrero de este año culminé una serie de dieciséis artículos dedicados a la mar de Xàbia que ahora voy a continuar. La mar y no sólo la de Xàbia tiene una cantidad de facetas, de historias, de tradiciones que se hunden en el tiempo, de formas de vida que surgen a su alrededor con una marca especial, de maneras de sentir la vida… que constituyen un muestrario al que debemos acercarnos con cierta veneración. En este artículo de hoy quiero centrarme en dos aspectos con los que culminaríamos la serie iniciada el año pasado. Se trata de presentar un esbozo de los límites de pesca de uno y otro tipo y que desgranamos a lo largo de la serie de artículos. El dibujo lo plasmó en un santiamén el amigo Amadeo Ros y muestra las tres zonas en las que se mueven los tres tipos de pesca: artesanales que operan en zona que no pasa de los 30 metros de profundidad, les trainyes o de cerco que trabajan en zonas que van de 20 a 80 metros de profundidad y las de arrastre que se mueven en espacios cuya profundidad está entre los 50 y 800 metros. Ese espacio que en el esquema se observa al este del cabo de la Nao y en el que se entremezclan los tres tipos de pesca es el denominado ‘la roca dels felius’ con abundante pesca.
En el mundo de la mar los vientos son bastante o muy temidos, lo que no ocurre en otras actividades. Las embarcaciones sufren el embate de las olas crecidas al amparo de los vientos y cuando antaño eran velas quienes marcaban la velocidad de la embarcación, estos vientos se constituían en verdaderos problemas para los miembros de la tripulación que debían adaptar la vela al viento para que ésta lo recibiera de forma que la embarcación pudiera continuar su camino, aunque como dice el poeta, no hay caminos en la mar.
Estas denominaciones son en muchas ocasiones locales o al menos de un espacio geográfico determinado. Hemos elaborado una rosa de los vientos incorporando los nombres que los vientos reciben en función de su procedencia. Los vientos en relación con la mar, con la pesca y con los pescadores tienen referencias en la paremiología y así por ejemplo «En gregal, ni peix ni pardal» significando que este viento no es favorable ni a la pesca ni a la caza; «Xaloc, molta mar i peix poc» o «Xaloc, ni molt ni poc» donde se alude que es un viento inconstante que produce mucho movimiento en el mar que se traduce en relativa poca pesca.
Al enumerar los vientos con los nombres que reciben en estas latitudes y ver sus características tenemos lo siguiente: Vent d’Arbonès, NNO, procedente de la zona de Narbona; Mestral; viento muy seco y temible para agricultores y marineros; Tramuntana que es un viento del norte y muy frío; Gregal, viento del nordeste; Llevant, viento del Este; Xaloc, viento del Sudeste también conocido como jaloque, siroco; Migjorn o viento del mediodía. Llebeig, viento del sudoeste, que se conoce también como Leveche o ábrego; Garbí del Sudoeste y Ponent que viene del Oeste.
El mundo de la mar se constituye en un campo del saber para el hombre que aun es desconocido en muchos ámbitos y que con el influjo del mismo, puede deteriorarse en progresión geométrica. No nos damos cuenta de que lo necesitamos y sin embargo estamos contribuyendo a un deterioro muy importante del mismo. Debemos ser capaces de encauzar o reconducir las acciones del hombre sobre la mar para que nuestros descendientes puedan gozar del mismo. Es algo que les debemos a los que nos sucederán.