El otro día le preguntaba a varios votantes populares si recordaban a qué persona habían votado en las elecciones de hace año y medio para elegir a los diputados de las Cortes españolas por la circunscripción de Alicante. Quién encabezaba la papeleta que introdujeron en la urna. Apenas alguno acertó con el nombre de Federico Trillo. No lo sabían y cuando les dije quién era, no sólo no se lo creían, sino que me lo negaban.
Cuando encima les recordaba que cuando lo votaron ya había quedado claro -fue reprobado en la Cortes como Ministro del Ejército- que era el responsable político del accidente del Yak 42 en el que murieron 62 militares españoles. Que ya no está en Las Cortes sino enchufado en la embajada de España en Londres. Y que aparece en los papeles de Bárcenas por haber utilizado presuntamente dinero negro del PP para pagar la defensa de los tres militares responsables de las muertes de sus compañeros. Militares que fueron condenados e indultados por el gobierno de Aznar. Cuando les recordaba todo eso no sabían qué cara poner. Y, ése es el problema.