Si hay algo bueno en la crisis que nos ahoga es el freno a los proyectos megalómanos de Consellerias y Ayuntamientos. En Dénia sin ir más lejos se ha olvidado la famosa construcción del ascensor del Castillo -idea ya muy antigua del departamento de Arqueología que prefiere mamonadas de éstas a la difusión didáctica de la historia dianense-.
Lo que ya no acabo de entender es el por qué se continúan poniendo pegas al trenet turístico para acceder a lo alto del Castillo, privando así a muchos turistas de edad avanzada de su visita, ahora que ya no hay ascensores en lontananza. Y más cuando cada uno paga religiosamente su entrada y eso podría ayudar a las arcas municipales para su utilización posterior en la mejora del Castillo.
La actividad del Trenet, desde que se les prohíbe su trayecto a lo alto del Castillo ha bajado en más del 40 %, y por tanto ha bajado también la recaudación municipal por las entradas. No sería conveniente que el Ayuntamiento dejase morir una actividad que no sólo no genera problemas si no que es una de las pocas cosas que ayudan a la promoción turística.