La propaganda oficial del régimen se apresuró a señalar que los ministros de Rajoy sí que eran competentes, no como los anteriores.
Independientemente de la valía o estulticia de los ministros de Zapatero -Qui va amb un coixo, al mes coixo i mig!- la verdad es que los nuevos son una filigrana.
Ana Pastor, de Fomento, se nos carga el corredor mediterráneo: ¡Qué carita se le quedará a nuestro presidente Fabra!
Wert, de Educación y Cultura, suprime los temarios de las oposiciones para profesores, unas semanas antes de los exámenes para poner los temarios del 1993. Los profesores tendrán que aprender el uso del magnetófono. Y encima suelta que tenemos un problema de dopaje en el deporte.
Jorge Fernández, de Interior, infla a nuestros estudiantes a palos. Parece que la calle es también suya como en tiempos de Fraga.
Por no hablar del De Guindos -ex Lehman Brothers-, de Montoro -ex Liga Comunista-, del del ejército -ex fábrica de armas- y de Cañete amigo de las Nucleares y de los alimentos transgénicos.
¡Menos mal que estos eran los buenos, tu!