La marranería que estamos soportando en las finanzas del estado -en las finanzas de todos los ciudadanos- por parte de una clase política corrupta hasta el infinito tiene nombres y apellidos. Y tiene responsables políticos. Primero de los gestores económicos del desastre socialista: Zapatero, Salgado y el impresentable de Miguel Ángel Fernández Ordóñez que debieron controlar y gobernar y no lo hicieron. Y después de los gestores políticos puestos a dedo por los dos principales partidos PP y PSOE. La quiebra de Bankia es responsabilidad en gran medida de Esperanza Aguirre y del señor Rato que le negaron a De Guindos la solución Caixa. Pero es que la nefasta gestión de Camps al frente de los valencianos ha acabado con el poder financiero de la Comunidad Valenciana: el desastre de gestión de la CAM y de Bancaja y del Banco de València -llenos de enchufados políticos ineptos- nos llenan de vergüenza. Somos el hazmerreír de Europa y hemos arruinado el futuro de varias generaciones. Directivos y políticos que no pagan sus responsabilidades. Estamos bajo el dominio de los bànksters. ¿Seremos capaces de seguir votándolos?