Durante el mando en el urbanismo dianense de esa filigrana de gerente que fue Frasés, de la mano de la ex alcaldesa Viciano, una empresa constructora decidió tapar el Barrànc de la Cova de l’Aigua para hacerse con una entrada a su urbanización -aunque ya tenía otra en un lugar menos favorecido-. Podía haber hecho un puentecito pero evidentemente era más barato tapar el barranco aunque así perjudicara al resto de los vecinos cuando hubiera avenidas de agua.
Las continuas quejas de los vecinos -como tantas otras cosas-fueron ignoradas por la prepotencia de los socialistas dienenses, incluida la demanda del defensor del pueblo.
Ahora, el Ministerio de Medio Ambiente ha fallado a favor de los vecinos -antes no lo hacía porque la denuncia estaba en un cajón socialista- y condena al Ayuntamiento a reponer el barranco en su estado primitivo, y como quiera que la infracción ya está prescrita, no será la empresa responsable quien correrá con todos los gastos sino el Ayuntamiento -o sea todos nosotros- gracias una vez más a esa figura excelsa de la política dianense que se pasaba las quejas bien fundamentadas de los ciudadanos por el forro. 
¿No sería hora ya de denunciar a los responsables políticos y técnicos para que pagaran de su pecunio particular los daños a la Hacienda municipal?
