No es que esperáramos peras del olmo, pero en unos momentos de crisis durísima que se presenta como financiera pero que en realidad es ecológica y social, pensábamos que alguien en el PP tendría la suficiente sensibilidad para poner un cierto contrapeso a la dinámica suicida del crecimiento constante agotando los recursos naturales. Alguien debiera haberle dicho a Rajoy que continuar por esa vía es insostenible, que es preciso luchar contra el cambio climático, y que una política valiente de apuesta por las soluciones verdes es imprescindible incluso en la generación de empleo.
No será así y además para acabar con cualquier ilusión, Rajoy ha hecho ministro de Agricultura, suponemos que también de pesca -aunque ha desaparecido el nombre- y de Medio Ambiente a Arias Cañete con un historial medioambiental sanguinario: Llegó a afirmar, como ministro de Aznar, que el Trasvase del Ebro se haría «por lo civil o por lo militar», y ha sido también muy sensible a las presiones de la agroindustria y proclive a la implantación de los transgénicos, sin olvidar su apoyo a la Nuclear de Garoña. «La gràcia del món». 
