La Conselleria d’Educació de la Generalitat Valenciana no ha convocado aún las ayudas para la compra de libros de texto de los escolares para el próximo curso escolar. No es extraño este comportamiento de la consellera, la señora Mª José Català, porque su departamento debe todavía las ayudas de los libros de texto de los dos cursos pasados a padres y madres de los alumnos valencianos que tenían derecho a cobrarlas.
Es posible que la señora Català intente justificar estos impagos de ayudas de libros de texto -el más básico para una escuela pública y gratuita- por los problemas del déficit y de liquidez por el que pasa la Generalitat Valenciana después del paso por ella de la marabunta de gasto desenfrenado de Camps, con la ayuda de la Gürtel. Pero que en este contexto, la Generalitat Valenciana se gaste 300.000 euros en un partido amistoso de la selección de baloncesto, sin ninguna trascendencia mediática ni importancia deportiva, tiene muy poca justificación. A pesar que el president Fabra y el seleccionador Orégano sean compañeros de instituto. Y más si sabemos que por otros partidos amistosos de la misma selección se han pagado 15 veces menos dineros que por éste de Castellón.