Destacados miembros del gobierno, con el señor Rajoy a la cabeza, nos han sorprendido estos días afirmando -aquí y en New York- que estamos saliendo de la crisis, que ya se ve la luz al final del túnel, y que la crisis, vamos, está finiquitada.
Un servidor de Uds., que empieza a saltar de alegría, contento como unas castañuelas y voy diciéndoselo a las amistades. Y, ¡oh!, sorpresa, van y se me enfadan y me increpan. Y me chillan diciéndome que entonces para que congelan el sueldo de los funcionarios por cuarto año consecutivo. Y entonces para que tocan a la baja las pensiones de los jubilados -aquellas que Rajoy decía que eran intocables- y por qué van a hacer pagar parte de las medicinas a los enfermos crónicos y graves. Y entonces por qué no se soluciona el problema del paro, ni el de las becas estudiantiles, ni la ayuda a la dependencia, ni el tema de la sanidad pública, ni el de la educación,…
Bueno pero los bancos y el señor Rato tiene el tema solucionado, ¿no?