Cuando estamos hasta las cejas de corrupción política, de financiación irregular de los grandes partidos, de Bárcenas, Sanchis, Espinosa, Mato, de los ERES en Andalucía, de banqueros tramposos y rapiñadores, de Campeón y Blanco, de las corrupciones de Camps y Costa, Blasco, Alperi, Fabra y Castedo, Milagrosa y Such, del Gurtel y del Brugal, de EMARSA, de Crespo y del Bigotes, de Urdantgarin, Corinna y la casa Real, y cuando 500.000 compatriotas han sido desahuciados de sus casas, y 6 millones de ciudadanos y ciudadanas están en paro, la caverna mediática y los corruptos se preocupan del escrache y protestan -pobrecitos- de la violencia que representa que la gente interpele por la calle a los políticos. ¡Amos, anda! ¡No tienen huevos ni na!
Que se enteren. Muy clarito. Los responsables de todo lo anterior son los políticos de los dos grandes partidos que han gobernado este estado y han permitido este desastre institucional y por lo tanto el que les chillen por la calle es lo menos que les puede pasar. Es nuestro derecho al pataleo. De momento. 
