Me ha sorprendido gratamente la decisión del Ayuntamiento de Dénia de rechazar la construcción de la desalinizadora prevista por el gobierno Zapatero en Dénia. No solamente no nos hace falta sino que los más de 30 millones de euros que vale su construcción tendríamos que ir pagándolo en las cuotas del servicio de agua más la barbaridad del coste de la electricidad consumida.
Además, como hemos repetido constantemente, en caso de necesidad en algún momento puntual siempre se puede comprar agua de los excedentes de Xàbia.
Pero es que además el Plan socialista Aqua que preveía construir 51 desalinizadoras en el estado antes del 2009 ha sido una catástrofe caótica por su elevado coste energético y la alta concentración salina en el mar. Solo hay en funcionamiento 17 que producen 111 hm cúbicos de agua desalinizada, el 16% de la que tenían que estar produciendo. Además su coste es tan grande que los agricultores no la pueden pagar.
Ahora sólo hace falta que nuestro queridísimo Ayuntamiento tome alguna medida para favorecer el ahorro del agua, su reciclaje en una nueva cultura que no favorezca a Aqualia como siempre.