Cada dos meses, cuando ustedes tienen la dicha de recibir el recibo de lo que han de pagar por el agua consumida, y se les escapa una palabra malsonante y algunas veces un insulto contra la compañía, tendrían que recapacitar un momento. No es que yo quiera defender a la multinacional responsable del atraco -en sentido figurado, claro!- porque muchos impuestos vienen obligados por nuestros gobiernos. Pagamos más de impuestos y de tasas que de gasto de agua como ustedes pueden comprobar.
Pero sí que tendrían que saber que Aqualia es una concesionaria de Aguas de Dénia, empresa municipal con mayoría de acciones de nuestro consistorio, y que les permite hacer lo que quieren en vez de defender con uñas y dientes a los vecinos que les votamos.
Ellos, los políticos, sabrán qué tipo de componendas y arreglos tienen con la gran empresa para que a nosotros nos den por arriba, por abajo, por delante y por detrás. En fin, lo de siempre.