Los datos actuales de desahucios de viviendas en el estado son aterradores. Estamos en sesenta mil anuales. Y subiendo.
La paradoja de estos datos es que la mayoría de desahucios son instados por los bancos y cajas de ahorro, y son tan perversos que a las familias las echan de sus casas y no se extingue la deuda, sino que se descuenta la cantidad en la que se adjudica la vivienda de la cantidad debida, con lo que en muchos casos aún se debe dinero al banco después de ser desahuciado. Cosa que no pasa en otros países pero sí en esta excelente España cuyo día de la Raza hemos celebrado esta semana
Para más «inri» señalar que un gobierno que dice ser socialista, le da el dinero público, el dinero de todos, a bancos y cajas, para tapar sus vergüenzas, estafas y chanchullos de la mano de los políticos, pero en cambio es incapaz de legislar una sola medida que ayude a respirar a las familias que esos mismos bancos y cajas desahucian. Maravilloso socialismo, ¡sí señor!