Esta semana Rajoy fue entrevistado en la tele, no pienso desglosar la lista de disparates que soltó, baste con destacar que en su apoyo a la Infanta dijo exactamente las mismas palabras que utilizó cuando apoyó a Bárcenas antes de ser imputado y encarcelado.
Dicho esto, me remito al titular y como no puedo retarlo a duelo por ofender mi inteligencia, dejo que cada uno haga lo que crea conveniente en este aspecto y paso a escribir sobre temas precisamente «eso», más inteligentes. 
La semana pasada comenté que me lo estaban poniendo fácil y lo agradecí, pero esto ya es pasarse de la raya roja, gobiernan para ellos y nos tratan como a idiotas, pues muy bien, que se lo queden, total, ya no está en mis manos ni en mi teclado arreglar estas cosas, a ellos no parece hacerles nada y mis lectores son más inteligentes que leer siempre las mismas historias sobre los mismos políticos y sus despropósitos.
Desde 2008 doy unas charlas a comerciantes y pequeños empresarios sobre «Cómo sobrevivir en tiempos de crisis», quienes nacimos en crisis, nos educamos en países que llevan en crisis unos quinientos años, tenemos pautas diferentes, opiniones diferentes y soluciones que no por diferentes dejan de ser eficaces.
Ocurre que cuando uno lleva muchos años trabajando en una línea, es difícil pensar en dejarla, a veces radicalmente, para abordar nuevos horizontes que no siempre nos parecen del todo serios.
Aquellos que hoy tengan un empleo, estén en la franja de los 25/35 años, serán quienes menos se preocupen por los problemas de la crisis, los de las franjas inferior y superior son los que lo tienen prácticamente imposible de solucionar si no tienen empleo, sólo les queda «emprender» y para eso hay que derrochar imaginación, no tener anillos que se puedan caer en el intento.
Los comerciantes y pequeños empresarios que estén en la rampa descendente de sus negocios son quienes deben plantearse seriamente el reciclado, de lo contrario, su caída es en picado.
