Las concejalas de Compromís per Llíber han pedido la suspensión del PAI Medina por considerar que la Declaración de Impacto Ambiental ha pedido su vigencia. Este plan urbanístico prevé la construcción de 480 viviendas.
Según explican las concejalas Andrea Kruithof i Eva Fullana en un escrito presentado en el Ayuntamiento, la Declaración de Impacto Ambiental fue otorgada en marzo de 2000 y, de acuerdo con la ley, había un plazo de seis años para iniciar las obras. Por tanto, el plan debería volver a ser evaluado. Andrea Kruithof considera que “la puesta en marcha del PAI es un desastre ambiental que ni tan solo se lleva término con las garantías necesarias”. Y exige al equipo de gobierno que por lo menos cumpla la ley.
La solicitud de Compromís se ha producido, según este partido, “ante la negativa del alcalde de dar una respuesta al respecto en los plenos y con unos informes técnicos que no contestan a lo que pedimos”. Anuncian que, si el Ayuntamiento continúa sin atender su petición, se emprenderán acciones legales e incluso se pedirán responsabilidades penales si fuera necesaria.
Compromís insiste en que el Ayuntamiento pretende ejecutar un plan urbanístico que está caduco y es “insostenible”. A su juicio, no responde a las necesidades de los vecinos sino a “los intereses de los especuladores, que es al fin y al cabo la tradición de la política de los gobiernos del PP en todos estos años”.
Por su parte, la secretaria comarcal de Més-Compromís, María José García, ha dado el total apoyo de la nueva ejecutiva comarcal del partido ya que, según ha manifestado”, “un PAI de estas características nos lleva a los tiempos más oscuros del urbanismo en el País Valencià”. Afirma además que “actuaciones urbanísticas como esas suponen recuperar un modelo obsoleto con proyectos que ya no son sostenibles ni deseables, cuyo impacto va más allá del ámbito municipal y afecta a nuestra comarca”.