EVA PÉREZ OLTRA (*)
La cirugía podológica consiste en intervenciones quirúrgicas realizadas en el pie conforme a un conjunto de técnicas regladas y orientadas al tratamiento de sus afecciones y deformidades. Se realiza con anestesia local sin que existan problemas que comprometan la vida del paciente y que normalmente, no requiere reanimación post-operatoria. El profesional dispone de dos técnicas fundamentales para llevar a cabo este tipo de cirugía: cirugía de mínima incisión y cirugía abierta (con incisiones mayores). Habitualmente el paciente sale caminando de la consulta.
¿Qué trata la cirugía podológica?
La podología ha desarrollado y mejorado un grupo de técnicas específicas y precisas para solucionar quirúrgicamente afecciones y deformidades de los pies tales como: uñas encarnadas, dedos en garra, dedos en martillo, helomas interdigitales, hallux valgus (juanete), espolones, quistes, etc.
Ventajas:
Si bien es cierto que este tipo de técnicas quirúrgicas generan mínimas complicaciones y riesgos, no es menos cierto que no existe ningún acto quirúrgico exento de potenciales problemas. Por esta razón, el paciente debe recibir una exhaustiva explicación de todo lo referente a su caso y anotarlo en el consentimiento informado. La intervención se realiza generalmente con anestesia local. Cuando la cirugía se realiza en la propia consulta, el podólogo dispone de una sala especialmente habilitada para la práctica de cirugía podológica. En otras ocasiones y dependiendo de la cirugía que va a realizarse, el profesional opta por realizar la intervención en centros concertados donde haya quirófanos.
En todo caso el paciente sale de la cirugía caminando con un zapato postquirúrgico y regresa a su domicilio el mismo día de la intervención. Los cuidados postoperatorios son realizados por el profesional, disponiendo el paciente de un teléfono de contacto para consultar cualquier duda o problema que surja hasta el alta definitiva.
(*) Podóloga. Clinica Kines. Dénia. 
