Una mala y una buena, cada día parece más claro que las luces son bajas y las ideas incompletas, es decir, seguimos sin bajar a la calle a ver con nuestros propios ojos qué es lo que está pasando.
La DGT hace una encuesta, a saber, sobre la posibilidad de crear un carné para conducir bicicletas y un seguro.
Lo del seguro es razonable, el hecho de circular junto a otros vehículos conlleva el riesgo de provocar daños a terceros que necesariamente deberían estar asegurados.
Otro tema es a qué tarifas.
Lo del carné, menuda tontería, impuestos…cuando haya carril bici por toda la geografía y no en algunos pueblos y ciudades, además, de muy mal funcionamiento, tal vez podríamos hablar de dineros.
Ya lo de matricular las bicis es como que se les ve el plumero recaudatorio.
Por alguna razón, obvia y especulativa, se van cargando las energías alternativas y otras alternativas que harían que el ciudadano mejore su nivel de vida.
De este modo, lo siguen mejorando los adjuntos al poder, pienso en el marido que contratan como asesor jurídico en Telefónica y esos parásitos que viven bien a costa de que los demás vivamos cada vez peor.
Si hay un altísimo porcentaje de conductores de coche que no aprobarían un examen serio de conducir, es de esperar que hablando de bicis el panorama sea desolador.
Todavía no han aprendido que para tener preferencia con la bici al cruzar por un paso de cebra, es necesario bajarse y caminar junto a la bici ¡cómo vamos a exigir que aprueben un examen!
Pronto nos van a cobrar por caminar por las aceras y multar si lo hacemos por la calzada.