GLORIA MARTÍ (*)
La atención tiene 2 características importantes:
– Tiene una determinada amplitud.
– Tiene una determinada intensidad.
La amplitud se refiere a la cantidad de información que el organismo puede asimilar al mismo tiempo, por ejemplo en el caso de la atención visual la capacidad que tiene el organismo para procesar simultáneamente varios estímulos es de 6 a 8, sin embargo en otros tipos de atención la amplitud es menor, por ejemplo es difícil atender a dos conversaciones a la vez. La amplitud de la atención puede ampliarse considerablemente si agrupamos significativamente la información, por eso es bueno enseñar a los niños a agrupar la información en categorías antes de aprenderla. Vamos a ver un ejemplo: Intente atender al siguiente conjunto de letras de un solo golpe de vista: 
NBACIAONUKGBOTAN
¿Cuántas letras recuerda?
Vamos a intentarlo ahora de nuevo de la siguiente forma:
NBA – CIA – ONU – KGB – OTAN
Seguramente así recordará mayor número de letras, simplemente porque en el primer caso sólo leía letras, mientras que en el segundo lee una serie de siglas, que son más familiares.
En cuanto a la segunda característica de la atención (la intensidad), todos tenemos la experiencia de que unas veces estamos más atentos y otras menos, porque la cantidad de atención que prestamos a una cosa puede variar, no siempre es la misma y cuando se producen estos cambios en la intensidad de la atención estamos hablando de un fenómeno conocido como “fluctuaciones de la atención”. El tiempo que pueden durar estas fluctuaciones puede ser variado, hay veces que dura sólo unos segundos (el caso del típico despiste que puede tener un alumno cuando oye un pequeño ruido) y otras veces puede durar horas (que es lo que nos pasa esos días que por más que queramos no nos podemos concentrar bien). (Próxima publicación: ¿es la atención voluntaria?).
(*) Licenciada en Filosofía y Ciencias de la Educación.
