MARIANO MARTÍN-LOECHES DE LA LASTRA (*)
La Píldora está considerada como el método anticonceptivo reversible más eficaz (99.9 %). Sin embargo, para lograr que esta eficacia sea un hecho, es fundamental que lo uses correctamente, lo que será fácil si sigues las indicaciones de tu ginecólogo.
La Píldora es el segundo método anticonceptivo más utilizado después del preservativo. La Píldora tiene dos componentes: un estrógeno y un gestágeno.
Es importante que sepas que:
– Durante los tres primeros meses de uso pueden aparecer pequeños manchados/sangrados en mitad del ciclo, que normalmente desaparecen.
– El manchado intermenstrual sólo ocurre en el 10 % de las mujeres y no significa riesgo de embarazo.
– El principal problema de la píldora es el olvido de la toma. Es muy importante que no se te olvide ninguna toma para que la eficacia sea del 99.9 %. Para evitarlo puedes utilizar métodos de recordatorio, o unirlo a actividades cotidianas (lavado de dientes, antes de acostarte,…).
Para conseguir la máxima eficacia es preciso tomarse todas las grageas de cada ciclo y a la misma hora aproximadamente. Decide a qué hora del día vas a tomar la Píldora. Elige una hora en la que realices una actividad que repitas a diario, más o menos a una hora concreta, por ejemplo cenar, desayunar, etc.
Mira por qué parte del envase debes empezar a tomar la primera gragea y en qué orden debes tomarlas. Ten a mano un envase extra de grageas sin utilizar.
Beneficios de la Píldora: no sólo anticoncepción.
Sin duda una de las mayores diferencias entre los anticonceptivos orales (la Píldora) y otros métodos anticonceptivos son los importantes beneficios añadidos que proporciona la Píldora para las mujeres que la toman, incluida la protección frente a varias enfermedades, alguna de ellas, graves:
– Disminución del riesgo de cáncer de ovario y endometrio.
– Disminución del riesgo de enfermedad inflamatoria pélvica (EIP).
– Protección frente a la enfermedad benigna de mama.
– Menor riesgo de quistes ováricos.
– Retraso en la aparición y evolución de la osteoporosis.
– Menor riesgo de anemia por deficiencia de hierro (al disminuir la intensidad de la regla).
– Disminución del dolor asociado a la regla (dismenorrea).
– Regulación de la menstruación.
– Mejora del acné.
– Disminución de la evolución de enfermedades como la endometriosis y fibromiomas uterinos.
La Píldora y el acné.
Los anticonceptivos antiguos contenían altas dosis de unos componentes muy masculinizantes. Estas Píldoras provocaban acné. En la actualidad estas Píldoras ya no existen y las que se prescriben presentan mucha menos dosis de hormonas. Además, los compuestos incluidos en la Píldora se asemejan mucho a las hormonas femeninas. Estas nuevas Píldoras no sólo no producen acné sino que sirven para su tratamiento.
(*) Especialista en Obstetricia y Ginecología.