La presidenta de la FEMMICC habla sobre el presente y futuro de la fiesta de Moros i Cristians en Dénia
Amparo Mata volvió el año pasado a la presidencia de la Federació de Moros i Cristians (FEMMICC), cargo que ya ocupó en los ejercicios de 2009 a 2011. Tal como reconoce, “hemos evolucionado muchísimo en la fiesta. Esto no es igual que hace 17 años, evidentemente. Pero sí que vienes con una sapiencia y eso ayuda”. Afirma que se ha sentido respaldada por los festeros: “Yo soy una más porque la FEMMICC no es la presidenta ni es un equipo de trabajo. Somos todos, los 850 festeros que componen esta federación”.
Como ya destacó en su intervención en el acto del pregón, “la fiesta ha crecido muchísimo y por eso a los presidentes que han pasado por la federación les agradecí eternamente, porque cada uno de ellos ha hecho un trabajo ejemplar”. Está convencida de que “entre todos hemos ayudado a que esta fiesta, que es de interés turístico autonómico, crezca, pero ya no a nivel de número de festeros, sino a nivel de crecimiento histórico, de hacer las cosas con otro talante, con otras sensibilidades, con otras fuerzas y con muchísimas ganas de que siga creciendo”.
Al respecto, Amparo Mata considera que “la fiesta ha de ir avanzando, siempre mirando hacia delante y adaptándose a los momentos actuales. No a hacer cosas nuevas, sino a mejorar los actos con excelencia”. Destaca que “tenemos buenos gestores y grandes festeros. Tenemos mucho potencial dentro de nuestras fiestas. Hay gente muy preparada que puede asumir cualquier cargo dentro de la Federació de Moros i Cristians y a las pruebas me remito. En el equipo que tenemos este año, cada uno ya ha sido primer tro o ha sido capitana o embajador. Conocen la fiesta desde las entrañas y eso es bueno”.
Uno de los objetivos de la FEMMICC es que los actos de Moros i Cristians sean más inclusivos, aunque Amparo Mata sostiene que siempre lo han sido. Explica que “tenemos primers tro de diferentes nacionalidades y hemos tenido y tenemos festeros de otras partes de España. Todos son bienvenidos a esta fiesta, que cuanto más la conoces, más la quieres”. Sin embargo, este año se ha intentado “apostar un poquito por dar visibilidad a esa inclusión”. Por ejemplo, durante el pregón participó por primera vez una intérprete de la lengua de signos y además los regalos que se entregaron a los capitanes, abanderadas y embajadores fueron realizados por alumnos del Centro Ocupacional de La Xara, gestionado por Aprosdeco. Otra novedad es que el boato de la capitanía cristiana integrará a personas con discapacidades diversas. A juicio de la presidenta, “me parece muy interesante y para estas personas es integrador y muy satisfactorio el poderse sentir útiles”. Añade que “yo no me cansaré de decir que la fiesta de Moros i Cristians siempre ha sido inclusiva, y que ahora se le tiene que dar más visibilidad”.
“La fiesta de Moros i Cristians siempre ha sido inclusiva y ahora se le tiene que dar más visibilidad”
En cuanto al programa, la FEMMICC ha apostado por dar un impulso al desembarco con la ayuda de una empresa especializada en este tipo de actos. Según dice, se va a recrear la parte histórica, que “es la que nos hace estar aquí ahora mismo, porque, si no, no tendría sentido”. No obstante, advierte de que “tampoco podemos hacer ninguna maravilla porque dependemos de unos presupuestos muy reducidos y nos tenemos que adaptar”.
Otro de los cambios es volver a realizar la batalla de arcabucería en el tramo de la calle La Mar entre Foramur y la plaza del Consell. Según Amparo Mata, es el emplazamiento idóneo.
También se ha optado por recuperar la Diana, que el año pasado no se realizó. La presidenta opina que “hay que hacerla, porque aunque un año irán cuatro personas, al siguiente irán 12 y al siguiente 100”.
Sin duda, el buque insignia de las fiestas es el desfile de gala del próximo viernes. La presidenta asegura que no se ha planteado la posibilidad de dividir el desfile en dos días. Según apunta, “creo que este año va a ser un punto de inflexión, o sea, que a partir de aquí sí que es posible que haya un nuevo planteamiento. ¿Por qué no? También estamos abiertos entre todas las filaes a llegar a un acuerdo”. Reconoce que el desfile es demasiado largo y que “a las diez de la noche todo el mundo se levanta de las sillas y se va a cenar a los restaurantes porque a las 11 les cierran las cocinas. Y los primeros que se levantan son los de la tribuna porque tienen mesa reservada”. Explica que “no es como en otras poblaciones, que tienen esa cultura de moros tan arraigada, que van con su neverita y ahí llevan su bocadillo, su Coca Cola, su botellita de agua y luego ya se compran el heladito y se quedan hasta las 2 de la mañana viendo desfilar. Aquí no tenemos esa cultura”. El resultado es que las últimas filaes participantes desfilan sin apenas público.
Por tanto, la directiva de la FEMMICC se muestra dispuesta a estudiar propuestas. Apunta que, como hacen en muchos sitios, “si desfilan primero los cristianos, los moros ayudan a los cristianos. Así no tendríamos que gastar en personal para que nos ayudara a dirigir los desfiles. Y cuando desfilaran los moros, los cristianos ayudarían a los moros”. Según dice, hay que presentar un plan de acción y consensuarlo.
Amparo Mata insiste en que “el desfile en un día se hace pesadísimo” y que incluso “hay gente a la que invitas a la tribuna por compromiso y está rezando para que no le invites”. Este año se contará con la presencia de los presidentes del Cercle Empresarial de la Marina Alta y de la Asociación de Hostelería para que lo vean”.
Respecto a la financiación de los actos, Mata aclara que “la fiesta nos la pagamos los festeros”. Dice que la subvención que da el Ayuntamiento de Dénia es “muy limitada” y que no ha cambiado demasiado desde que hace 17 años también fue presidenta.
Por otro lado, sostiene que con los mayorales de Sant Roc “la relación es muy estrecha desde hace un montón de años. La verdad es que nos lo ponen fácil. No tengo ningún problema con ellos y estamos muy unidos”.
Desde una perspectiva personal, Amparo Mata tiene que compaginar su labor en la FEMMICC con los momentos de disfrute en la fiesta. Reconoce que “lo que sí que me va a dar mucha mucha penita este año es que mi filà es capitanía y me hubiera encantado desfilar como cabo de escuadra. Pero tendré mucho tiempo para hacerlo. Ahora toca gestionar, estar en tribuna recibiendo a nuestros invitados, agasajándolos y haciéndoles partícipes de ese desfile que va a ser una maravilla, y desde aquí os invito a todos a que lo veáis”.