¿Mamografías cada dos años?

MARIANO MARTÍN-LOECHES DE LA LASTRA (*)

El cáncer de mama es la segunda causa principal de fallecimiento por cáncer entre las mujeres. El diagnóstico por mamografía en mujeres asintomáticas puede estar asociado a la reducción de la tasa de mortalidad por cáncer de mama, pero también puede tener inconvenientes. En algunas directrices se recomienda individualizar las decisiones de su realización, en particular cuando se trata de mujeres jóvenes.

Revisamos los indicios relacionados con los resultados positivos en la tasa de mortalidad y los principales inconvenientes del diagnóstico precoz por mamografía, así como la información sobre cómo individualizar las decisiones al respecto, lo que incluye informar a las pacientes sobre los riesgos y los beneficios.

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Realizamos una búsqueda de estudios que comprendía los años transcurridos entre 1960 y 2014 para describir (1) los beneficios de la mamografía, (2) los inconvenientes de esta prueba diagnóstica y (3) obtener información sobre la individualización de la realización de las mamografías. Asimismo, llevamos a cabo una búsqueda manual de listas de referencia de artículos clave recuperados, revisiones seleccionadas, metanálisis y recomendaciones sobre prácticas.

El diagnóstico precoz por mamografía en mujeres asintomáticas se asocia a una reducción global del 19 % de la mortalidad por cáncer de mama (aproximadamente del 15 % en el caso de mujeres cuya edad oscila entre los 40 y los 49 años y del 32 % en el caso de mujeres con edades comprendidas entre los 60 y los 69 años). En el caso de una mujer de entre 40 y 50 años que se somete a pruebas anuales de mamografía durante 10 años, el riesgo acumulado de obtener un resultado falso positivo es de aproximadamente el 61 %. Entorno al 19 % de los cánceres diagnosticados durante ese periodo de 10 años no habrían sido clínicamente evidentes, aunque existe incertidumbre acerca de esta cifra. El beneficio neto del cribado depende en gran medida del riesgo de cáncer de mama inicial, lo que debería tenerse en cuenta a la hora de tomar las decisiones sobre el cribado. Aunque no esté completamente disponible en la práctica clínica, el asesoramiento en la toma de decisiones tiene el potencial de ayudar a las pacientes a integrar la información sobre los riesgos y los beneficios a sus propios valores y prioridades.

Para maximizar los beneficios del cribado por mamografía, se deben individualizar las decisiones en función de los perfiles de riesgos y las preferencias de las pacientes. Los modelos de riesgo y el asesoramiento en la toma de decisiones son herramientas útiles; sin embargo, es necesario realizar más investigaciones para optimizarlas y cuantificar el sobrediagnóstico. Estas investigaciones también deben explorar otras estrategias de cribado de cáncer de mama, como son la exploración de las mamas y la ecografía de mama.

(*) Unidad de Reproducción Policlínico San Carlos.

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